Un pequeño gran acto de valentía.

Asumir un pequeño riesgo activa la
amígdala, donde se procesa el miedo, y la
corteza prefrontal ventromedial, que integra
el riesgo con el significado hace que cada
acto reconfigure tu cerebro hacia la
resiliencia, la confianza y la plena identidad.

Fotografía x @octavioskiaffos

Maquillaje x @psyv4l

Styling x @antonioleivariveralopez

Modelos x @trinii.lopezzz @nerobaez